Hazlo, y si tienes miedo…hazlo con miedo.

No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas” (Seneca).

Cuantas veces nos habremos preguntado que hay detrás de las personas que tienen éxito, de aquellas que consiguen triunfar, que hay detrás de los campeones, de aquellos que consiguen dedicarse a lo que les gusta.

¿Qué hay que hacer?, ¿por dónde se empieza?, ¿cómo no dudar?

Sin duda todos ellos se hicieron las preguntas adecuadas y tomaron decisiones valientes.

Todo cambio va a afectar a nuestro futuro y todo cambio en nuestro futuro pasa por tomar una decisión.

Para tomar decisiones, para iniciar un camino lo primero que tienes que hacer es escucharte a ti mismo, ser honesto con lo que piensas, con lo que sientes. Solo así descubres lo que necesitas y lo que deseas. Sólo así sabrás hacia donde quieres ir, como quieres vivir o por que quieres pelear.

Una vez has decidido aparecen las dudas, la incertidumbre y…sientes miedo. Esas sensaciones te acompañaran antes, durante y después. Pero eso es sólo una trampa que nos pone nuestra mente.

Si has tomado una decisión importante para ti, mantente firme, cree profundamente en tu decisión y se valiente.

Arriesgar, exponerse, competir, dedicar tiempo, esfuerzo, ilusión en algo que no sabemos a donde nos va a llevar, en algo que no sabemos si nos saldrá bien, en algo que todo el mundo dice que es muy difícil da un poco de vértigo, quizás hasta miedo…pero sólo los que aparecen en un sorteo pueden perder, también ganar.

Si quieres algo hazlo y si tienes miedo…hazlo con miedo.