Actitud

Juan Carlos Álvarez Campillo, acaba de presentar su libro “El Entrenador Mental”, un libro más que recomendable, en el que como nos dice su autor no hay que esperar recetas mágicas porque no las hay, simplemente nos recuerda que a nuestro cerebro también lo podemos educar y entrenar.

Muchas veces el deportista, se refugia en frases como “yo soy así” o “hoy no era el día” y no busca recursos y estrategias para esforzarse y modificar conductas y comportamientos.

Una de las cosas que aprendí con el que fue mi preparador psicológico Josean Arruza durante mi etapa como competidora, es que lógicamente todo deportista tiene días buenos y malos, pero lo que se trata y lo que termina dando el nivel del deportista es la capacidad de rendimiento tanto en los días buenos, en los que todo fluye, como en los que no nos sentimos tan bien.

Uno de los recursos más valiosos que tenemos es la capacidad para manejar nuestros pensamientos, lo que nos llevará a controlar nuestras emociones y en consecuencia actuaremos. 

                             Pensamiento- Emoción- Acción

Si pensamos que sólo somos capaces de rendir cuando no hay presión, cuando todo juega a nuestro favor, en el momento que esto no pase, nuestros pensamientos ante situaciones de presión se volverán negativos, lo que nos generará un tipo determinado de emociones como miedo, incertidumbre, ansiedad, estrés …y eso nos llevará a actuar en consecuencia.

Carolina Marín no tenía ninguna duda de esto, por eso su lema y el de todo su equipo durante su preparación para los Juegos Olímpicos de Río 2016 fue: “Puedo porque pienso que puedo”. Convencidos de que esto no funcionaba como varita mágica, pero sin ninguna duda de que sin ese convencimiento el oro Olímpico sólo sería un sueño.