“No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede”. (Epicteto).

Cuando nos preocupa algo, cuando realizamos una tarea complicada, cuando nos enfrentamos a nuevas situaciones, tendemos a murmurar, a hablar con nosotros mismos sin darnos cuenta. No es que estemos locos, más bien es la reacción instintiva de nuestra mente ante una situación buscando solución.

El dialogo interno es un mecanismo de nuestra mente frente al mundo, lo que nos ayuda a decidir qué decisión tomar, con qué determinación, o cómo queremos que sean las cosas. No nos olvidemos que la mente nos habla constantemente y nuestros pensamientos preceden nuestras acciones. Por lo tanto si mis pensamientos son positivos, realizaré mejores acciones.

En el ámbito deportivo esto es crucial. El dialogo interno de los deportistas va a influir sobre su autoconfianza y por consiguiente sobre su rendimiento.

“ Siempre hay un juego interior en tu mente, no importa qué esté sucediendo en el juego exterior. Cuán consciente seas de este juego podrá marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el juego exterior. El juego interior tiene lugar en la mente del jugador y juega contra obstáculos como el miedo o la desconfianza en uno mismo” ( Tim Gallwey).

Parece obvio que los deportistas antes de un campeonato, de un partido, de una carrera, etc., deberían pensar cosas positivas sobre su actuación y su capacidad de enfrentarse a la situación. Pero esto no siempre es así. Al contrario, la mayoría de los deportistas están más preocupados por no perder, por no cometer errores, por no fallar que por mostrar sus habilidades, por el resultado que por disfrutar del evento, por los puntos fuertes de su adversario que por los suyos propios, y esa actitud es la que les impide precisamente poner el  foco en lo importante, en lo prioritario, en la tarea que tienen que realizar.

Para dar el máximo rendimiento se requiere una “des-aceleración mental”; menos pensamiento, menos cálculo, menos juicio, menos preocupación, menos miedo, menos expectativa…Se necesita la mente en calma, centrada en “aquí y ahora” , en la tarea que tengo que realizar.