Yo sin una sonrisa…no se rendir. Por muy duras y difíciles que sean las circunstancias siempre hay que intentar buscar algo positivo, esa ha sido parte de mi educación, el legado más grande que me dejaron mis padres y el que yo quiero dejar a mis hijos. Lo que he intentado siempre trasmitir a la gente que me rodea y a los deportistas con los que trabajo.

El buen humor no es sólo fundamental para la vida, además mejora el rendimiento. Cuando la gente está a gusto es cuando mejor trabaja y más rinde. Daniel Goleman nos comenta que el buen humor favorece la eficiencia mental y permite que la gente sea más competente en la compresión de la información, en la aplicación de las reglas, en la toma de decisiones, así como más flexible en la forma de pensar.

Sin ninguna duda el buen humor y el buen ambiente hacen que la gente se sienta más optimista sobre su capacidad. No es de extrañar que el sentido del humor ocupe un lugar destacado en las aptitudes de los lideres con inteligencia emocional.

Tanto el buen humor como el malo tienden a generar tendencias, sobre todo porque nos influyen en las percepciones de las cosas o de las situaciones. Si estamos animados vemos el lado positivo y somos más capaces de recordar cosas y situaciones buenas, pero por el contrario las emociones negativas perjudican mucho el rendimiento y desvía la atención que debería estar centrada en la tarea, en el trabajo.