Quería compartir este artículo que habla de cosas que vengo diciendo hace ya tiempo.

En la sociedad actual se tienen los hijos más tarde y tenemos pocos por lo que a veces sin quererlo nos convertimos en «hiperpadres».

Lo hacemos con la mejor intención del mundo, obsesionados con no fallar, con rendir al 100%, con dar lo mejor del mundo a nuestros hijos, pero en realidad como dice la autora de este artículo:  “Son chicos con nivel de tolerancia a la frustración muy bajo. La dinámica es que siempre sus papas les han dicho que son lo más. Se les ha consultado todo, se les ha consentido a menudo, y el resultado son niños “porque yo lo valgo”. Por otro lado, son jóvenes a los que los padres les han resuelto la vida…les han solventado la tarea de forma sistemática…”

Todo esto se ve reflejado en la sociedad y también en el deporte. Lo diré una y mil veces, cuesta sufrir, si caemos carecemos de recursos para levantarnos y seguir. Cuesta aceptar un orden, una disciplina. Casi siempre me esfuerzo por una recompensa, y a ser posible rápida.

Creo que no nos deberíamos conformar con decir “la sociedad a cambiado”. Nosotros somos partes de esa sociedad y tenemos nuestra responsabilidad como padres, como entrenadores, en definitiva, como mayores de nuestros jóvenes.

Dicen los expertos que cada vez hay más enfermedades mentales y en edades más tempranas. No sé a vosotros, pero a mí me salta la alarma y como poco me lleva a la reflexión.

Enlace a la nota de la periodista Eva Millet

Imagen: Bentley

HIPERPATERNIDAD Y DEPORTE