El slackline, conocido en español como “cinta tensa”, es un deporte de equilibrio que se une entre dos puntos de anclaje.

Anoche pensaba que la vida es algo parecido a este deporte. La vida es inestable e impredecible.

La vida nos exige estar en continuo equilibrio entre nuestros intereses, nuestras obligaciones, nuestras prioridades, nuestros deseos…

Entre nuestro mundo interior y el exterior.

Entre nuestro cerebro y nuestro corazón.

Entre nuestra K+ (todo lo que nos hace sentir bien) y nuestra K- (todo lo que nos hace sentir mal).

Para andar por la cinta, al igual que por la vida, deberíamos estar en movimiento y con una actitud dinámica, sólo así podremos mantener el equilibrio. De otra forma caeremos y tendremos que volver a empezar.